Pages

jueves, 3 de noviembre de 2011

"Cooking mamma" y las galletas de monitos

Gracias a la curiosidad culinaria de mi papá, desde mediados de este año, me he involucrado más en las labores de cocina.
Hace algunos años tomé un curso de cocina para principiantes, lo que podríamos decir que me pego ese virus de la curiosidad. Aunque la verdad es que salvo uno que otro experimento, no había hecho mucho al respecto, hasta ahora que vivo fuera de México, y luego me pongo a suspirar por algunos de esos platillos o hasta botanas (saludables y no tanto), que comía en casa.


Me encantan las galletas de mantequillla (estilo shortbread), esas galletitas un tanto crujientes (como las de genjibre)  pero que se derriten en la boca;  evidentemente no es el más "mexicano" de mis antojos, ni algo que comiera con relativa frecuencia en mi terruño, sin embargo estas galletitas me recuerdan ocasiones especiales, lo que también explica porque considero que estas galletas son para hornearse ¡y compartirse!
Es muy agradable ver la respuesta de la gente ante un inesperado ofrecimiento de galletas, y no se diga si vienen en formas originales o decoradas con betún o dulces. 


Después de todo somos "humanos", y el presentarse al trabajo o a una reunión con una canasta de galletas de monitos u otro postre hecho en casa, es un buen recordatorio del gran valor de los pequeños detalles.